Hace menos de un año que conocí a Míriam y Jesús, dando un paseo por Cazorla mientras charlábamos entre fotos en su sesión «preboda». Todavía recuerdo la radiante sonrisa de Míriam. Esa sonrisa que los acompañó en su boda, y la misma sonrisa eterna, serena y radiante que tuvieron en todo momento en su sesión «postboda».
Y como un testigo privilegiado de su amor, Toledo, una vez más. La histórica ciudad fue elegida por Míriam y Jesús para volver a pasear por las calles que han vivido el paso de varias culturas, mientras se sucedían las fotos.
Como siempre, no voy a extenderme más. Termina de subir la última foto mientras comienza «Wildfire», de John Mayer.