Jose y Fátima. Boda marteña donde las haya.

Bonita, espectacular, inolvidable… Todos son adjetivos con los que se puede describir una boda. La de Jose y Fátima no podía ser menos. Fue una magnífica boda marteña, pero yo no me quedo con la espectacular decoración en iglesia y casa de la novia, ni con la bonita y creativa decoración de las mesas de los invitados o con los cientos de detalles que tuvieron. Me quedo con la sonrisa de Fátima y la cara de enamorado de Jose. Me quedo con sus miradas cargadas de amor. Me quedo con sus expresiones. Fue una boda grandiosa, cargada de emociones, de sentimientos… sí, pero lo fue, sobre todo, por esta gran pareja. Os agradezco que desde el minuto uno me hayáis tratado como a un invitado más y no como el fotógrafo de vuestra boda. Eso se nota y se hace notar. Muchas gracias, pareja. No os voy a desear que todos vuestros días sean buenísimos, porque eso es una absurda utopía, pero sí deseo que siempre permanezca el brillo en vuestros ojos cada vez que os miréis.

Aquí os dejo un pequeñísimo resumen de todo lo que aconteció. Terminé la edición escuchando «Delta», el último álbum de M-Clan. Soberbio.

 

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