Jesús y Cristina son dos amigos con los que comparto afición por el carnaval. Jesús es el «octavillita» de la comparsa y nos conocemos desde varios años, igual que a Cristina. Hemos compartido muy buenos momentos, y los que queden, por culpa de ese veneno llamado Carnaval.
Queda muy poquito para su boda, pero aprovechando esos días veraniegos y esa maravillosa luz de Almería, hicimos una sesión de pareja, preboda o llamadlo como queráis. Este tipo de reportajes son de mis favoritos dentro del mundo de las bodas. Es más que unas cuantas fotos bonitas con una bonita luz.
Para mí el éxito del reportaje de boda depende del reportaje anterior al enlace que he realizado junto a la pareja. No es para que los novios sepan posar. Nada más alejado de eso, sino porque esa primera toma de contacto es crucial. Crucial para conoceros, ya que cada pareja es muy distinta, como seres humanos que somos. Crucial para saber de vuestros gustos, crucial para conocer un poco a la persona que va a pasar todo el día en su boda, junto a ellos, capturando momentos, e ideal para entablar una relación no de cliente y fotógrafo, sino de amigo.
Fotos de ambos, fotos del amor y cariño que se tienen, fotos con sentimiento… Nos pegamos un fin de semana completito en tierras almerienses y, aunque parezca mentira, no sonó nada de carnaval en el coche. Una preciosa luna llena nos acompañó al caer el sol. Risas, cervezas y tapas fueron nuestras compañeras durante todo el fin de semana.
Aquí os dejo con algunos de los instantes paseando por la alcazaba y por la playa. Como siempre, dejo un trocito de mi alma en cada imagen capturada. Jesús y Cristina, muchas gracias por confiar desde un principio en nuestro trabajo y dejarnos trabajar con total libertad durante todo el reportaje. Ha sido todo un placer compartir con vosotros las semanas previas a vuestra boda.
He terminado la edición con «A todo que sí», de los valencianos «Los Zigarros».
