Como decía Rick Blaine en «Casablanca», siempre tendremos París. Sonaba en nuestras cabezas la voz de Rick mientras paseábamos por París con Jesús y Cristina.
Era febrero. Calentábamos voces en el teatro «Maestro Álvarez Alonso» para la inminente actuación de la comparsa. Estábamos en un momento distendido y hablando con Cristina sobre su boda, sobre los preparativos y fue cuando me dijo «Manolo, te vienes a París con nosotros. Quiero fotos allí». Y allí que nos fuimos. Ellos comenzaban su viaje en la capital francesa y querían una sesión post boda en esta romántica ciudad. Así que recién terminada su boda, Nuria y yo nos plantamos con cámaras y un vestido de novia en París.
Fueron dos días en los que el tiempo nos acompañó para disfrutar de la ciudad con Cristina y Jesús. Pasear por sus calles, por sus rincones y lugares más emblemáticos y a la vez fotografiar, fotografiar y fotografiar a esta gran pareja. Y en todo momento risas, complicidad… Y amor, mucho amor. París se prestaba a ello.
No sigo. Os dejo un pequeño resumen, no sin antes dar las gracias a Nuria, la compañera ideal para visitar París y sin la cual no podría haber hecho muchas fotos. Fue una gran asistente con la iluminación y logística.
Suena a todo trapo «Fireball» de Deep Purple mientras termino de escribir esto.