Un mensaje por Whatsapp «…¿hacemos la postboda en Oporto?» Así comenzó todo. Uno de los mayores privilegios de los fotógrafos de boda es que la pareja me confíe su reportaje de postboda en un país extranjero. Por supuesto eso no desmerece la cantidad de maravillosos lugares que tenemos en España, pero sí que da un plus de emoción y de búsqueda de más creatividad, si cabe. Un fin de semana de finales de otoño, lluvioso, pero que nos dio tregua para que pudiéramos pasear por una ciudad muy especial para José y Fátima. Esta ciudad del norte de Portugal está cargada de romanticismo, que queda impregnado en sus fachadas coloridas, en su luz, en sus edificios y en sus calles, en la amabilidad de su gente; magnificando su bella decadencia.
Fue un fin de semana lluvioso, pero no impidió que pudiéramos capturar la esencia de esta ciudad. La sonrisa de Fátima y la amabilidad de José dieron luz y brillo al nublado día. Pronto se olvidaron del frío de la mañana o del vestido empapado por el agua de las calles portuenses. Paseo entre los rabelos y casas de la ribera, paradas para disfrutar del famoso vino y de su gastronomía y muchas anécdotas entre los desconocidos turistas y portuenses, que no dejaban de felicitar a la pareja. Fin de semana intenso que os dejo en este pequeño resumen que espero os guste. Y a José y Fátima, una vez más, «muito obrigado» por ofrecerme la oportunidad de ser el encargado de capturar los momentos de su historia de amor. Fue un placer y un orgullo compartir ese fin de semana con vosotros.
Termino la edición con Norah Jones y su «Day breaks».
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