Este es el tercer y último capítulo de la historia de Jesús y Cristina que tuve la suerte de contar con imágenes. Un paseo por Frigiliana, una magnífica tarde de principios de otoño y una magnífica pareja. Combinación perfecta.
Jesús y Cristina son una pareja excepcional, cuyo amor brillaba con intensidad. Después de su boda, decidieron celebrar su unión con un paseo por Frigiliana, un encantador pueblo de Málaga. Juntos, caminaron por las estrechas calles empedradas, disfrutando de la arquitectura blanca y las coloridas macetas de flores que adornaban las fachadas. Cada rincón del pueblo era perfecto para una sesión de fotografía de postboda, y posaron con alegría y amor en cada captura, creando recuerdos que atesorarían para siempre.
La sesión de fotografía de postboda fue mágica y cargada de risas. El escenario idílico de Frigiliana sirvió de telón de fondo para capturar momentos llenos de ternura, risas y complicidad. Cada instantánea reflejaba la conexión profunda que compartían, con gestos cariñosos y miradas cargadas de amor. Las fotografías de su postboda se convirtieron en un tesoro preciado, que les recordaría para siempre ese día inolvidable.
Para Jesús y Cristina, su paseo por Frigiliana y su sesión de fotografía de postboda fueron momentos que siempre guardarían en sus corazones. Fue un día mágico en el que pudieron disfrutar de la belleza del lugar mientras se dejaban llevar por la felicidad de su amor recién casado. Las risas, los abrazos y los recuerdos compartidos en ese día especial perdurarían en su memoria para siempre, como un testimonio de su magnífica unión como pareja.
Y mientras termino de escribir esto, suena «Everlong», de los Foo Fighters. Os dejo con un pequeño resumen de ese paseo por Frigiliana.
