Lo caro que resulta un fotógrafo de boda

Las parejas que quieren contratar un fotógrafo de boda para su gran día se sienten confundidas y algo escandalizadas al comparar los precios de las distintas opciones que se pueden encontrar. Cada vez son más las parejas que se informan sobre los fotógrafos, comparan opciones y precios. Algunos (los más) apuestan por las ofertas estilo «tu boda completa por 500 euros», en vez de apostar por la calidad y el trato personalizado. Es un problema en mi opinión, cultural, siempre matizando el concepto y haciendo excepciones. Un problema de difícil solución, pero que crea en la mayoría de los casos malestar en estas parejas. Muchos opinan «lo caro que resulta un fotógrafo de boda». Los tiros de caballos, los coches de época, las orquestas, etc, etc, no resultan caras, o al menos se piensa que no son caros. Claro, un coche de época es más grande que un álbum de bodas.

Un fotógrafo de bodas no sólo trabaja las 12 ó 14 horas del día de la boda «apretando un botón». Los fotógrafos de boda van más allá, y como profesionales además tienen un gasto. El fotógrafo de bodas, además de hacer «click» en vuestro gran día tiene otros «hándicap»:

Invierte tiempo y dinero en promoción, buscando clientes y escogiendo entre los mejores proveedores, los cuales normalmente no son nada baratos, porque no hay que olvidar que siempre la calidad se paga. La calidad se paga y el tiempo también. Un buen fotógrafo de boda ha invertido tiempo y dinero en formación, en un equipo caro que sufre desgaste, en pagar a otro u otros profesionales que lo acompañan. Ha invertido en transporte, en reuniones con clientes, en gastos, en impuestos… Invierte en horas de selección, en horas de edición y maquetación del álbum…

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Además hay otros aspectos no menos importantes, como la presión de no fallar en fotografiar algo que posiblemente no se repita. El servicio personalizado y la atención con la que trata a cualquier cliente. No es el «primo que se ha comprado un ‘camarón’ porque es aficionado a retratar flores y puestas de sol (que también tiene su técnica y dificultad)». El fotógrafo de boda es un profesional que trata personalmente y sabes que va a ser tú fotógrafo, no como lo que suele ocurrir en muchas empresas de ofertas, en la cual no sabes quién te va a realizar las fotos, y lo conoces el mismo día de la boda. El fotógrafo de boda siempre estará pensando cómo realizar el reportaje de la forma que más se adapte a vuestra personalidad. Es creativo, aún en los momentos en los que es difícil serlo.

Si la opción es contratar un fotógrafo «de oferta», lo que se obtiene en el 99,9% de los casos es un resultado carente de emociones, de personalidad y de calidad, cuando no fotografías mal realizadas. Hay muchos que no le dan importancia a este hecho y prefieren gastar 600 euros en un Mercedes que los lleve hasta la Iglesia (cosa muy respetable) a gastar dinero en un profesional que captará todo lo que ese día se vive, plasmando las emociones en un frame.

Cada cual es libre de elegir en qué gasta el presupuesto de la celebración de su boda. No critico que se gaste en coches, caballos, invitaciones exclusivas, etc… Todo lo contrario, eso hace que sea aún más especial ese día, pero hay que tener en cuenta que los momentos y recuerdos son efímeros en nuestra memoria pero duraderos en las fotografías, por tanto, un buen reportaje fotográfico  hará que esas vivencias no caigan en el saco del olvido. Un fotógrafo de boda puede resultar caro, pero pensad en todo lo que hay detrás de un trabajo de este tipo y dad el valor que justamente se merece y el valor que le dais a los recuerdos.

Una vez hecho eso, pensad en lo que estaríais dispuesto a pagar por el trabajo de un profesional que además de «apretar un botón ese día» te ofrece todo lo expuesto anteriormente.

Reflexionad con tranquilidad «lo caro que resulta un fotógrafo de boda».

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