A finales de primavera y a las puertas del verano, ya tuvimos un primer contacto con Manuel y Marta en Granada, mientras paseábamos y hacíamos fotos en una sesión preboda en la que se quedó más que patente la pasión que Manuel y Marta se profesan. Fue una tarde magnífica, antesala de su gran día, esa boda que fue la primera de esta temporada.
Pero no se quedó ahí. Seguían con ganas de fotos y yo con ganas de pasar otra tarde más con ellos. Disfrutando de una tarde de verano en la que hasta el viento quiso ser nuestro aliado. Fue genial volver a revivir momentos y a «darle caña» una vez más a las cámaras, con la ayuda en algunas tomas del amable personal del Castillo de Santa Catalina.
No quiero seguir hablando. Prefiero que las palabras se cambien por unas pocas de las fotos de esa magnífica tarde que pasé con Manuel y Marta. Que sean ellos los protagonistas. Que sople otra vez ese viento. Y, mientras, suena «Las palabras arden», de lo último de Fito y Fitipaldis. Os dejo con Manuel y Marta una vez más.
